jueves, 9 de octubre de 2008

San Millán de la Cogolla...Los bancos...Un lío...

A veces me gustaría ser San Millán de la Cogolla y retirarme con mi "víscera cabreada" para que descanse a una cueva, pero me daría miedo (desde que ví los Monasterios de Suso y Yuso estoy un poco pesada con él). Lo explico: Estoy agotada de la inseguridad de los ahorros en el Banco, de seguir el juego de los bancos.Tienes tus ahorritos y resulta que solo te protegen hasta 20000€, para unos será mucho; pero para los que llevan muchos años trabajando, no es tanto, ¡claro! Ahora va a ser la protección hasta lo que ya sabemos y te pueden dar el 6% de interés; hace poco era una barbaridad, por eso -dicen- pasó lo de AFINSA... Por ello, me acuerdo de San Millán, que se quería retirar y no le dejaban; siempre estaban dándole cargos eclesiásticos y ¡él no quería oiga! (así lo decía Martes y Trece, que pena que ya no actúen). ¡A lo que iba! San Millán quería estar en su ermita y le resultó difícil conseguirlo, lo hizo cuando estaba lleno de reúma, le dolían las piernas y se le inflamaban -a saber cómo se llamaba entonces "el reúma"-. Le dió por lo mismo a su contemporáneo San Saturio S.VI: vivir en las cuevas con su permanente humedad. Claro, que en vez de San Braulio para recoger notas sobre mi vida me gustaría más Richard Gere; aunque no supiera escribir.
Me beso y hasta mañana

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